
Los primeros ocho episodios de la cuarta temporada de ‘The Walking Dead’ siguen cosechando audiencias de escándalo. El último capítulo de la primera tanda logró congregar a 12,1 millones de espectadores frente al televisor y aunque la cifra se mantiene lejos del récord de 16 millones el presidente de AMC, Charlie Collier, se congratula enormemente del éxito obtenido.
Sin embargo, cabría preguntarse si verdaderamente merece la pena sacrificar la calidad de la serie en favor de estratosféricas audiencias. A excepción de la primera temporada de ‘The Walking Dead‘, el resto ha sido una sucesión de capítulos olvidables con puntuales momentos de brillantez creativa.
Y digo esto porque tras ver la primera mitad de la cuarta temporada, ¿acaso no podrían haber sustituido el decepcionante final de la tercera entrega por el apoteósico 4×08 y habernos ahorrado el resto de capítulos de la cuarta temporada?