Espectadores de costumbres

Ayer descubrí que el espectador de televisión español es un «espectador de costumbres». Me explico:

Como cada lunes me dispuse a ver un nuevo capítulo de C.S.I. La verdad es que ya estaba un poco cansado y aburrido de ver siempre lo mismo. Asesinato, análisis del escenario del crimen, extracción de pruebas y la sorprendente resolución del caso por un detalle que sólo un super agente de policía como Horatio Kane es capaz de detectar.

Así que decidí practicar el deporte español por excelencia, zapping, y dar una vuelta por los canales de televisión. Cual fue mi sorpresa cuando descubrí que en La Primera se sigue emitiendo el Programa «Mira Quien Baila«. Sí, con nuevos personajes, todos muy queridos y conocidos, pero siempre lo mismo. Si hace unas ediciones el atractivo del programa era ver a Carmen Sevilla bailar un hip hop, o a Pedro Reyes un rock and roll, ahora es ver la superación personal que supone para Serafín Zubirí, músico ciego, bailar.

 

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Pero no por ello deja de ser lo mismo, el mismo formato, la misma presentadora, los mismos bailes, las mismas bromas del jurado, los mismos elogios y los «peros» de siempre. A pesar de todo, su encanto debe tener cuando tras cinco ediciones de lo mismo sigue siendo líder indiscutible de audiencia de los lunes.

Y es que igual ocurre con otros programas como Gran Hermano u Operación Triunfo. España es el único país en Europa, y puede que en el mundo, en el que no nos cansamos una y otra vez de ver exactamente lo mismo año tras año, aunque Mercedes Milá trate de convencernos de que este tipo de programas no paren de sorprendernos.

Así, somos espectadores de costumbres. No nos cansamos de ver lo mismo una y otra vez, ya sean asesinatos, bailes, canciones o peleas y gritos entre compañeros de piso. De ahí, el éxito y audiencia año tras año de estos programas y series. 

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