Móstoles, 36

Parece una dirección pero no, son las dos palabras que más pronunciaron Aída y Chema en el capítulo de ayer de esta serie de humor.

Como ya os avanzamos, en el episodio de ayer, Macu propone a Luisma que se presenten a un concurso de parejas, pero como no sabe nada de su vida, aunque se vayan a casar en breve, Luisma decide darle plantón y presentarse con Paz, a la que conoce de toda la vida.

La pareja a la que se tienen que enfrentar en el concurso es a Chema y a Aída, a los cuales creen que van a ganar con bastante facilidad. Pero deciden hacer trampas y todas sus contestaciones son iguales «Móstoles» y «36». Así las cosas hasta la prueba final el resultado estaba en tablas. Y la lucha entre las dos parejas se traslado al tema personal.

Fue entonces cuando una llamada entró al concurso, se trataba de Macu, y Luisma haciendo gala de su gran inteligencia le contó al presentador todo lo que había sucedido y las artimañas que habían utilizado para ganar. De este modo finalizó el concurso y la aventura de las dos parejas en la televisión.

Por otro lado, Mauricio y Machupichu, su camarero, se quedaron encerrados en el almacén del Bar Reinolds. Allí se emborracharon y, como no, acabaron delirando y exaltando la amistad, uno de los síntomas típicos del estado de embriaguez. Mauricio llego hasta el punto de prometerle un contrato a su compañero de encierro, al que le duró la alegría hasta que abrieron la puerta del almacén, momento en el que a Mauricio se le olvidó todo lo prometido hasta el momento y dejo encerrado sólo a su pobre camarero.

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