¡Hasta siempre desesperadas!

Wisteria Lane no será lo mismo sin ellas. Pero las mujeres desesperadas cierran las puertas de sus casas y sus vidas a todos sus fans porque la serie llegará a su fin en mayo del año que viene tras ocho temporadas en antena.
Sus ciento veinte millones de seguidores en todo el planeta han recibido con pena la noticia. Al igual que sus protagonistas quienes esperaban que la ficción se alargase hasta 2013, tal y como tenía previsto su creador Marc Cherry.

La serie, que recrea las vivencias de un grupo de amas de casa del barrio de Wisteria Lane y que en nuestro país emiten Divinity y Fox España,  ha mantenido una audiencia con tendencia a la baja en los últimos años. Lejos del interés que cosechó allá por los años 2004 y 2005.  Pero a pesar de ello  desde 2006 hasta 2010 se ha mantenido como comedia más vista fuera de Estados Unidos.

El final de ‘Mujeres desesperadas’ abre una nueva crisis de audiencia de ABC, que ha perdido varios productos de éxito en los últimos años sin conseguir encontrar sustitutos. En esta octava temporada, la serie luchará cara a cara con la aclamada ‘The Good Wife’ de CBS.

La última temporada de la serie será también la primera sin su creador y productor, Marc Cherry, que abandonó a finales de la séptima para centrarse en otros proyectos (aunque permanecerá como consultor externo en los últimos episodios) y afrontar el polémico juicio  ue aún tiene pendiente con Nicolette Sheridan.

Ésta interpretó el personaje de Edie Britt en la serie y presentó una demanda, en abril del año pasado, contra Cherry por agresión y despido improcedente. La actriz acusó al productor de golpearla un día en un rodaje y forzar su despido cuando ella notificó el incidente a la cadena ABC. Sheridan, ahora, le demanda 20 millones de dólares en compensación por su salida del programa.

1 comentario en «Â¡Hasta siempre desesperadas!»

  1. Una auténtica pena que se acabe la serie… ha estado con nosotros tanto tiempo que se sentía parte de la familia. Pero es mejor que termine con un final digno a que se siga alargando y llegue el momento en el que nos cansemos de ella.

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