La muerte de Cristina Olmedo sigue trayendo cola…

¡Qué poco le duró el papel a Paula Prendes en ‘Gran Hotel’! La semana pasada fue el episodio en el que descubrimos que su personaje, Cristina Olmedio, seguía viva aunque todos los indicios apuntaban a que había sido asesinada: el uniforme ensangrentado, las mentiras en torno a su desaparición, la famosa carta… pero repentinamente surgió de la nada para desaparecer de igual forma. Porque alguién la mató con un golpe en el cráneo en las cocinas del hotel.

El episodio 7 no aportó grandes cosas a la trama en lo referente al personaje de Paula Prendes. Ya sabíamos que tenía una relación turbia con Teresa Alarcón (a causa de una comprometedora carta) y una amorosa con Diego Murquía. También conocíamos que éste último no le provocó la muerte, al menos en un primer momento, tal y como le dijo Pascual a Julio.
Se puede decir que el capítulo de la semana pasado sirvió de relleno porque no aportó nada prácticamente. Si Cristina Olmedo hubiese seguido muerta, como todos dábamos por hecho, quedaría la duda de quién es su asesino igual que al comienzo de la serie. Julio y Alicia seguirán investigando sobre el autor material ayudados por el detective Ayala así como el paradero de la carta.

En la nueva entrega, titulada ‘La sangre de la doncella’, doña Teresa se empeña en hacer parecer que esa muerte ha sido un accidente para acabar con los problemas causados por la joven de una vez por todas. Sin embargo, no lo tendrá tan fácil, ya que tanto el detective Ayala comenzará a sospechar de esas manipulaciones cuando en la escena del crimen encuentre un rastro de sangre que no se limpió.

 El hotel no solo se ve conmocionado por la muerte de Cristina Olmedo, sino también por el regreso de Diego Murquía. El antiguo director hará todo lo posible para recuperar su antiguo puesto y el compromiso que tenía con Alicia… algo que a ella le afecta muy profundamente. Ya se ha besado con Julio y se siente cada vez más cerca de él.  

Mientras tanto, en el mundo del servicio, Belén sigue enfrentada a Catalina, a quien ve como una amenaza para todos sus intereses, y no parará hasta conseguir deshacerse de ella como sea. La infusión de ruda no surtió efecto en la nueva porque Ángela anduvo muy avispada y pudo darle a Belén una lección. Pero ahora la rivalidad de las doncellas no radica sólo en qué bebé ocupará el pusto como hijo de doña Sofía sino quién se conseguirá el afecto de Andrés.

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